miércoles, 30 de enero de 2013


Resumen trabajo grupal


Nuestro trabajo es “Historia de la Belleza”, de Umberto Eco, aquí trataremos conceptos importantes como son: la simetría, el canon, la armonía, la proporción y la belleza.

Umberto Eco nació en la ciudad de Alessandria, y entre sus libros encontramos “Historia de la belleza”, que comenta que en realidad no hay belleza más auténtica que la sabiduría que encontramos y apreciamos en ciertas personas, prescindiendo de su rostro, que puede ser poco agraciado, y haciendo caso omiso de la apariencia, buscamos su belleza interior, donde básicamente juzgamos bella una cosa proporcionada.


Respeto al número y la música:

 Juzgamos algo bello cuando es proporcionado y tiene un color y una luz adecuada.
Pitágoras es el primero en sostener que el principio de todas las cosas es el número. La idea de la armonía musical se asocia estrechamente a cualquier regla para la producción de lo bello. Esta idea de proporción se desarrolla a lo largo de toda la antigüedad y se trasmite a la Edad Media. Se trata de una asociación entre belleza y armonía musical.

En cuanto a la proporción arquitectónica.

Destacamos la tetraktys es la figura simbólica por la que se condensa la forma perfecta. Cada uno de los lados de este triangulo está formado por cuatro puntos y en el centro hay un solo punta, la unidad, de la que se generan todos los números. El cuatro se convierte así en sinónimo de fuerza, de justicia y de solidez. También se puede encontrar el triangulo formado por tres series de cuatro y así se mantiene como símbolo de igualdad perfecta.

En relación con el cuerpo humano.

En la Edad Media no aplicaban las matemáticas en la reproducción del cuerpo humano ya que lo valoraban como prodigio de la Creación. Sin embargo, se utilizan criterios pitagóricos para definir la belleza moral como el homo quadratus. De este modo el número cuatro se convierte en un número central y resolutorio. Cuatro son: los puntos cardinales, los principales vientos, las fases de la luna, las estaciones, las letras del nombre de Adán… y por tanto pasa a ser el número del hombre.
Pero también el cinco es un número que representa al hombre, al hombre pentagonal simboliza la perfección mística y la perfección estética. El hombre puede ser inscrito en un círculo cuyo centro es el ombligo, mientras que la unión mediante líneas de las distintas extremidades forma la figura de un pentágono.
En el siglo XX, la idea de representar el cuerpo humano va más allá de crear una figura perfecta de la persona. El canon de belleza no es universal, actualmente la sociedad depende de factores externos, como por ejemplo los publicitarios. En Japón, la blancura de la piel es sinónimo de belleza. Otro ejemplo de belleza serian las mujeres Padaung, se insertan anillos en el cuello y las extremidades como símbolo de belleza.


El cosmos y la naturaleza.

Según los pitagóricos el alma y el cuerpo están sometidos a las mismas reglas y se encuentran en la armonía del cosmos.
La belleza comienza a aparecer en el mundo cuando la materia creada se diferencia por peso y por número. Los autores de la escuela de Chartres no hablan de número en cuanto a belleza, sino que la naturaleza es la que rige el mundo y las cosas feas se componen en la armonía del mundo por proporción y contraste.( antes se decía que la belleza se encontraba en el numero y la escuela de Chartres dice que se encuentra en la naturaleza)
Por esto nuestro ideal de belleza nos suele llevar hacia lo natural y simple o como reacción, hacia algo complicado o artificial.
El Cosmos nos envuelve en su grandeza, en lo más pequeño de sus componentes, en las mayores estructuras reconocibles, los mismos objetos pueden motivar en nuestras mentes sensaciones de calma y ansiedad, paz e intranquilidad.

Otras artes.

Todos los tratados de artes figurativas revelan la ambición de las artes plásticas de ponerse al mismo nivel matemático que la música. Lo mejor que encontramos a nivel matemático en la práctica para las artes plásticas es la perspectiva. En el Renacimiento la perspectiva no solo debía ser precisa y realista sino que además bella y agradable para la vista. Durante mucho tiempo en  las representaciones de otras culturas o siglos no han sido observadas estas reglas y por ello esas representaciones se han considerado primitivas, torpes o feas.(en el renacimiento crean su propia perspectiva y por tanto el arte del resto de culturas pasa a ser algo feo)

Pasamos ahora a la adecuación al fin.

Tomás de Aquino considera que para que haya belleza se necesita proporción, integridad, claridad y consonancia. Para Tomás de Aquino la proporción es una valor ético, por tanto se pasa a hablar de una belleza moral. El principio de esta belleza moral es el de la adecuación al fin, es decir, a lo que está destinado una cosa, por tanto se considera feo un martillo de cristal, ya que no puede cumplir su función.

Por último las conclusiones.

La belleza no es un concepto absoluto y no puede plantearse de manera atemporal.
Varía según la época, las modas y los tiempos.
El hecho de usar el adjetivo bello para tantas cosas actualmente, hace que pueda llegar a perder su significado.
En el siglo XX todo se confunde, surge el apogeo del culto al cuerpo. Pesa más la belleza que la palabra
Parece que en todos los siglos se ha hablado de la belleza de la proporción, pero que según las épocas, a pesar de los principios aritméticos y geométricos que se aplicaban, el sentido de esta proporción ha cambiado.






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